Sirio...

Conozco la luz ahora de tus trazos, tan suave y silenciosa... entrar en tu cuerpo, en tu secreto, en la estancia que es altar de seda y vicio húmedo erosionado por mi boca. Donde se esculpe y modela a niebla redentora están mis labios, donde trazo el vapor ciego que me nubla los ojos; Ahí, donde nada se oscurece y el rojo brota bañado de agua bendita, oleosa y glácil. Qué trasparencia hay dentro, luz de sirio votivo, cáliz que es cal y sal granito... mármol, sílice y agua. Ahí, en tu sexo, donde desnudas la grieta, donde desnudas la vida... vasija de clamor. Niña desnuda de labios crudos arrasadores como el viento, que antes eras brisa; Ahí, en el pulso seco, en la celda mojada, en la flor trémula e iluminada bebida a fondo... ¿Cómo es la pureza en amanecida donde se besa a oscuras, a ciegas, donde besan los niños con honda ternura abiertos al resplandor... donde te dan la vida?...Así es ahí, ahí en la oscura inocencia donde los orgasmos son magia. Así es ahí, ...