Ledeska y sus placeres...
Y luego, ese pedazo de seda que brotaba ente tus labios vaginales, mojado, hinchado en sangre y temblando a cada roce de mi lengua, hambrienta de probar tu sabor, y de una nariz que quería guardar para siempre esa fragancia que expelía al mojarse.
Luego tu vientre levantado en oleadas de deseo y un corazón que no dejaba de palpitar al ritmo de mis roces, y un pequeño gemido que demostraba que agonizabas entre mis labios... Hasta que soltaste en caudales todo ese jugo que empapó mi rostro regalándome todo lo que guardabas dentro...
Temblaste por mucho tiempo, mientras, te deshacías en mi boca.
Empinado sobre tu cuerpo te penetre hasta escuchar tus gritos de placer ...
Y así, cerrando tus piernas y envuelta como un caracol te quedaste dormida con todo mi fluvio tibio dentro, dejandolo expuesto a mis placeres.
Vi tus nalgas abiertas para penetrar por la puerta oscura que te dejo temblando de dolor, hasta recibir la segunda descarga, que te llenaría tus placeres prohibidos... y así, enganchados, esperamos la luz del día entrando por tu ventana.
Don Juan De Marco
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