Chanel.

Su nariz incrustada justo en el centro y más profundo rincón de ese sexo palpitante.
Gota a gota fue extrayendo el aroma más exquisito y empalagoso que jamás había probado. Luego abrió las piernas de Chanel con sus caderas empujando con suavidad hasta deshacerse dentro del más exquisito de sus deseos, poseer el más sutil aroma que jamás había probado, y que guardaría grabado en su mente, el que más adelante buscaría esconder en un frasco para conquistar su corazón."
Juan de Marco.... la cuerda del corazón.
Comentarios
Publicar un comentario
Comenta, dame tu opinión