Las Musas de Don Juan

Soy un poeta romántico por instinto , lo fui en mi apasionada juventud, no me suicidaría nunca por amor. A veces, amé sin sentido; sin que me amasen. A veces, me amaron sin que yo amase. Ahora intento seducirlas para conducirlas al éxtasis. Si me consideran tan solo un amigo; las olvido. No sabrán más de mi. Punto. Cuando cumplo sesenta y dos, (24/10/2024) , el placer alcanza la jerarquía en las relaciones. Asumo que féminas muy hermosas, a las que no amé, han de haber disfrutado  con mis caricias, mis besos, mi carne y huesos, hasta llegar al clímax como su instinto les demandaba, al nirvana del cuerpo y el deleite del alma porque era su tentación.  Las hice felices siendo su posesión, su flamígero gótico  en sus entrañas, navegamos océanos fundidos hasta el infierno de las delicias con cadencia oriental . Maldito amor que sufre, que duele, el que se quema y se convierte en cenizas. Dame amor que goce, que sonría, que estremezca, que eleve mi alma y cuerpo, hasta que mi sexo levi

Un día caperucita roja caminaba feliz por el bosque. Recogía flores y frutos para su abuelita, en sus manos un enorme canasto de mimbre rebozaba de flores y frutos que había recogido en el bosque. El sol estaba más brillante que nunca; las nubes eran blancas pompas de jabón, y los pajarillos cantaban acompañando el paseo. Caperucita estaba tan feliz, que al pasar frente a la casa de lobo, se le ocurrió hacerle una bella visita para alegrarle el día. Golpeó a su puerta y preguntó:- Lobo estás?- y tras la gran mampara se escuchó... - Quién es? - aunque reconocía la voz de caperucita, no sé porque le preguntó. - Soy yo señor lobo, Caperucita.- respondió la dulce e inocente muchacha. - Oooh, que sorpresa caperucita, déjame que me vista y estoy contigo.... Entonces caperucita, mientras se vestía lobo, decidió, seguir con su faena, y cantando por el bosque, siguió recogiendo frutos y flores. Después de un rato, volvió donde lobo y preguntó:- Lobo estás?- y lobo respondió con voz ronca y deci